Jorge Oliva
En España se ha demostrado que tener personalidad en esto de la música no es rentable. Hay muchos artistas que se han dejado enajenar por el entramado musical (de medios, discográficas...) y que, sencillamente, se han aburguesado. Con los bolsillos llenos, apenas han progresado, se han estancado y no hacen más que sacar el mismo disco cada dos años. O cada Navidades, que hay casos que claman al cielo.
No es esto precisamente lo que caracteriza a Enrique Bunbury. Este zaragozano, que besó el éxito en toda su extensión con Héroes del Silencio, se ha curado de humildad y está firmando una carrera en clara ascensión, que le sitúa ya como uno de los valores musicales más destacados del país. Con un talante instigador y precursor en muchos campos, hasta ahora inexplorados en España, Bunbury arriesga, mueve el culo esperando que el panorama musical español aviente de una vez porque, todo hay que decirlo, el "star-system" español ha hecho de todo menos traer beneficios.
Superada la etapa de Héroes, con ventas inimaginables en todo el mundo (más de cinco millones vendidos en 35 países), y una retirada en el cénit, no obligada por fracasos -de su último disco se despacharon más de 600.000 ejemplares-, Bunbury inició una carrera en solitario sin titubeos. Hoy, tras una aventura electrónica y otra mediterránea, Enrique puede decir, cuando menos, que le quiten lo bailao. Porque el único juez que pone y dispone es el público, y a Bunbury, pese a quien pese, se le quiere. O eso al menos dejan entrever unas cifras de ventas que para sí quisieran muchos artistas en este país. Más de 150.000 ejemplares vendidos de "Pequeño" sólo en España, y ventas espectaculares de sus CD-Maxis ("Infinito" se ha acercado a las 100.000 copias, algo inaudito, tratándose de un single) son cifras que hablan por sí solas.
Ahora le falta la aventura americana. Enrique la afronta con más ilusión que nunca. Y si no lo hace, se equivoca. Este es su disco más latino y tiene todas las papeletas para copar las listas de ventas en cuanto salga a la venta en el continente americano. Sólo cabe esperar que a Bunbury no le inquiete su compañía, o el recelo de las radiofórmulas con poder en España, porque, de seguir así, podemos dar con el Van Morrison español, con el Tom Waits latino... Con un artista reconocible e irreconocible. Con un director de obras artísticas, en el que sólo su sello marque la continuidad. Porque no hay nada más rico que la variedad. De hecho, así reza el dicho: en la variedad está el gusto. Proverbio aplicable en toda su extensión a Bunbury. Un artista no apto para nostálgicos. Un artista que es sólo evolución. Rica y bendita evolución...
(CURIOSIDADES EN TORNO A ENRIQUE BUNBURY)
1. Su autógrafo favorito es el que le pidió a Leonard Cohen. En especial, por la dedicatoria.
2. Admira a David Bowie y Elvis Presley, especialmente.
3. El primer disco que compró fue "Dark side of the moon", de Pink Floyd.
4. Bunbury no es el apellido real de Enrique. Su nombre real completo es Enrique Ortiz de Landazuri Izarduy. El apellido artístico lo tomó del personaje de la obra teatral, "La importancia de llamarse Ernesto", de su admirado Oscar Wilde.
5. De pequeño le llamaban "contra" porque se rebelaba contra todo.
6. Su canción favorita de Héroes es "Mar adentro" y de su carrera en solitario, sobre todo, "¿Dudar?, quizás"
7. Se le cayó el alma a los pies cuando Robert Plant le vio, durante el Festival Rock am Ring, haciendo la particular versión de "Rock & Roll", el tema de Led Zeppelin, durante "Decadencia", la canción que servía como colofón de los conciertos de Héroes.
8. Confiesa que no le disgusta la piratería. Cree que es una actividad que habla del interés por un artista.
9. El primer concierto al que acudió fue a uno de B.B.King.
10. En su casa almacena más de mil CD's.
11. La India, México y Marruecos son sus países favoritos.
12. La gira del "Pequeño Cabaret Ambulante" la concibió para hacerla por teatros y casinos, pero no pudo ser.
13. Le encanta la lectura y el cine.
14. Odia la televisión.
15. Considera atractivo Internet pero tampoco le quita el sueño.
16. Pese a lo dicho en muchas ocasiones, no es propietario del bar "La estación del Silencio".
17. Dice que va a cambiar su residencia y que se va a ir a vivir a Almería.
18. Le fascinaron los libros de Carlos Castaneda, como "Las enseñanzas de Don Juan".
19. Admira a Rimbaud, Benedetti y William Blake, entre otros.
20. Nunca o casi nunca desayuna.
21. De pequeño le gustaba leer los libros de Julio Verne, Salgari, Mark Twain... De ahí le viene su pasión por la aventura y los viajes.
22. Le fascinaron las películas de vikingos y títulos épicos como "Espartaco".
23. Es vegetariano y su plato predilecto son los guisantes.
24. Una de sus manías es el orden en su colección de discos.
25. Es tímido, reservado, sensible... pequeño.
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