BUNBURY: "HE SIDO UN GILIPOLLAS BORDE DURANTE MUCHO TIEMPO PERO
HE CAMBIADO"
(Extracto de la entrevista publicada en Diari de Tarragona)
Diari de Tarragona, 08.09.00 Por J.F.Losilla Eixarch
Es un personaje desconcertante que se reinventa cada día. No se siente cómodo
encorsetado y no duda en tomar sendas contradictorias. Tras abandonar Héroes
del Silencio, Bunbury apostó en "Radical Sonora" por la electrónica pasada de
vueltas. Fracasó. Flirteó con la copla en "Pequeño". Tiunfó. Ahora repite fórmula
con "Pequeño Cabaret Ambulante"(Chrysalis). Se cree por encima del bien y del mal,
o por lo menos eso se esfuerza en aparentar. Enrique Bunbury ha encontrado un
filón en la copla y se apresta a explotarla hasta las últimas consecuencias.
Para cuando deje escuálida la vaca, ya tiene en mente una nueva fórmula:
blues+tango.
-¿Por qué cae tan mal a la gente? - Será un problema de mediocridad o de incomprensión
- ¿Tiene más enemigos que amigos? - Seguramente.
- ¿No le preocupa? - No. Algunos los he ganado a pulso y otros son simplemente
unos catetos.
- ¿Como se ha ganado enemigos a pulso? - Con mi carácter.
Sobre todo fue en la época de Héroes del Silencio. Reconozco que me comportaba
como un gilipollas borde que se lo ponía muy sencillo a los que me querían
destripar. Es como aquel que grita: "aquí tienes mi culo, patéalo".
Era una diana ideal. Pero he cambiado.
- ¿Sí?
- De verdad. En esta vida sólo aprendes a base de hostias. Al menos eso me ocurre
a mí. Sin embargo la crítica se pasó un huevo. En este gran país,
que quede claro que estoy orgullosísimo de ser español, nos encanta ir a por
aquel que se sale de lo establecido. No lo soportan. [...]
- ¿Se está mejor solo que acompañado en el negocio de la música? -
Cambiaría la frase. Se está mejor solo que mal acompañado.
Con Héroes estaba mal acompañado. No había feeling, por cualquier chorrada
se montaba una pelotera enorme que a nadie beneficiaba. Era imposible sobrevivir
en ese ambiente tan viciado, lo cual repercutía en las relaciones personales.
Antes trataba peor a la gente. Frente a la duda, les lanzaba la caballería por
delante. Ahora estoy relajado y soy más simpático y agradable.
Por si las moscas todavía estoy en guardia.
Contracorriente
Héroes del Silencio o el buque que nunca se detenía. Había que subirse a él en
marcha, recuerda Bunbury. Un carguero que recogía frutos en Europa y Latinoamérica,
pero también un crucero para saborear los placeres del éxito. Sin medida,
como las grandes estrellas del rocanrol. El camino del exceso conduce al
palacio de la sabiduría, sentenció William Blake, de quien algo sabe el que
fue el timonel del barco que nos ocupa. Días de vino, rosas y algún que otro
escupitajo en Chile. Pero toda borrachera tiene su resaca y toda luna de miel,
su despertar cansino. Y Bunbury se plantó. Fue, y cito literalmente, un jarro de
agua fría para el resto de la tripulación. Y para la facción fundamentalista de
los fans del grupo. Bunbury asume el legado, pero muestra su lado crítico:
"La verdad es que no me gusta ningún disco de Héroes". ¿Contracorriente?
--TÚ SIEMPRE HAS SIDO LA IMAGEN, LA CARA, DE HÉROES, DE TAL FORMA
QUE HABÍA UNA
CLARA IDENTIFICACIÓN GRUPO-BUNBURY. ¿CÓMO LLEVABA ESE DETALLE EL RESTO
DE LA BANDA?
Creo que no lo llevamos bien ninguno: ni ellos, ni yo. Por un lado, porque yo
nunca quise que fuera así. Y de hecho siempre provoqué ante la compañía y ante
los fotógrafos que bajo ningún concepto se hiciesen fotos mías en solitario.
Eso era así hasta límites en los que ya era una postura artificial:
no aceptamos hacer nada en lo que yo pudiera salir solo.
La postura normal hubiese sido asumir que estaba ocurriendo algo, que en
cierto modo es lógico y que es lo habitual en cualquier grupo:
que destaquen al cantante. Quizás si lo hubiésemos llevado con naturalidad,
eso no hubiese hecho tanta mella en el grupo, tanto daño.
--¿RESULTADOS DE ESE ARTIFICIO?
Por un lado pretendía demostrarles a mis compañeros que quería ser un grupo
y por otro, ellos sentían que yo destacaba demasiado. Luego en el escenario
yo no hacía nada por evitarlo, porque no me parecía que lo tuviera que hacer.
Hubiese sido ridículo poner la batería delante y cantar yo detrás.
Sí, creo que eso preocupaba mucho al grupo. Por eso pienso que en un momento
dado, en El espíritu del vino, se hace hincapié en que el grupo no salga en
la portada. Y al principio tampoco íbamos a salir en Avalancha.
Y es que cuando hacían fotos del grupo a mí siempre me ponían delante.
Pero yo también entendía al fotógrafo, ¿no? Me parecía normal en cierto modo,
porque a él le exigían que el cantante estuviese delante.
Y más tratándose de un grupo que en directo cometía todos los excesos del rock.
Eso es algo que no ocurre ahora con la música dance: da igual quién es quién;
todo es como más impersonal. Incluso los mismos músicos intentan no ser conocidos
para evitar el concepto de estrella. Pero en el rock era lo habitual.
--HAS MENCIONADO QUE VIVÍAIS COMO ESTRELLAS DEL ROCK.
CUENTA LOS DETALLES PARA
ENVIDIA DEL RESTO DE LOS MORTALES.
Antes de El espíritu del vino empezamos a vender burradas en Europa.
Senderos de traición vende un millón y medio de discos; de ellos, 500.00,
en Alemania, que es muchísimo. Pero en Italia vendemos 200.000; en México,
otros 200.000... En casi todos los países es disco de oro.
En Bélgica y en Suiza también íbamos muy bien. Y de que Ricardo Ortiz
nos diga que si no vendemos 5.000 copias nos echa, pasamos a hablar con
los megacapos en Inglaterra y Estados Unidos y somos objetivo principal de la
compañía, a nivel internacional.
Empezamos a vivir una situación que nos parece normal y que creo que es el
primer error. Pensamos que todo lo que nos ocurre es porque somos buenísimos.
En esos momentos no tenemos una vida ajena al rock: todos los días somos
estrellas del rock y vestimos como tales. Nos compramos la ropa en Londres y
en Nueva York para vestir el uniforme de las estrellas. Y junto a eso, todos
los tópicos: las drogas, el sexo... Realmente no tenemos momentos en los que
vivamos una situación normal, ni nadie tiene entonces novias. Todo lo que hacemos
es para el grupo.
--EJEMPLOS, EJEMPLOS...
Vamos a grabar el tercer álbum y no tenemos canciones. Pero nos metemos en
el estudio. Decimos: "Bueno, entramos y ya saldremos con un elepé".
Y la primera decisión que tomamos en el estudio es: "Como no tenemos
canciones vamos a hacer un disco doble". Era una forma de pensar que ahora
me parece muy rara, Àno? Nos quedábamos solos en el estudio y queríamos
experimentar con drogas y componer canciones bajo sus efectos. Y todos juntos
tomábamos drogas. Nos atiborramos de éxtasis grabando. Además coincidió que
estábamos en Navidad y Phil Manzanera se iba con su familia. Lo mismo hizo
el ingeniero de sonido y nos quedamos solos, grabando canciones que no existían.
Era una época en la que las drogas estaban incluidas en el presupuesto de grabación.
No sé, lo veíamos como algo normal. No pensábamos que pudiera ser de otra forma.
"Somos estrellas del rock y por supuesto que la compañía nos tiene que pagar
las drogas". Esa era nuestra forma de pensar.
ASÍ LAS COSAS NO ES DIFÍCIL IMAGINAR QUE LAS GIRAS
SERÍAN ENLOQUECEDORAS.
Lo que pasa es que por otro lado teníamos un lado muy profesional.
Entonces, ni siquiera hubo que poner una norma que era no salir borracho
a un concierto. Creo que durante toda la carrera de Héroes sólo una vez
me emborraché antes de un concierto. Y Juan, con todo lo que él ha sido,
a lo mejor, dos; no más. En ese sentido éramos superprofesionales.
Nunca nos emborrachábamos o tomábamos drogas antes de un concierto.
--¿QUÉ APORTÓ HÉROES AL PATIO NACIONAL DEL ROCK?
La verdad es que no estoy muy seguro de eso. Creo que no éramos tan buenos
como pensaban nuestros fans. Para mí desde luego no lo éramos. Me parece un
grupo absolutamente imperfecto. Nuestros errores eran muy gordos.
Y además, esos errores están en nuestros discos, en nuestros directos,
en nuestras declaraciones y en todas partes. Quizás fuimos lo suficientemente
convincentes como para que nuestros fans incluso supieran alabar los errores.
Pero tampoco éramos un grupo tan malo como la crítica española pensó en
su momento o sigue pensando todavía. No me parece un grupo clave en español.
Para nada. No sé. Soy muy crítico con Héroes y con todo lo que he hecho yo.
--¡VIVA LA AUTOCRÍTICA!
Pero hay una cosa en Héroes del Silencio que es muy importante y es que con
ellos se apasionó de manera ilógica una serie de gente de su generación.
Luego imagino que algo verían en nosotros. Pero es lo único que puedo decir
en nuestra defensa; algo de bien. Y creo que esa es nuestra arma para que
dentro de cinco años nos recuerden quienes nos siguieron. Supongo que cuando
reflexionen sobre su vida nos considerarán una parte importante de su juventud.
--NO PASEMOS POR ALTO LAS SIEMPRE TORTUOSAS RELACIONES ENTRE LA
PRENSA ESPAÑOLA
Y HÉROES. ¿POR QUÉ NUNCA OS TOMÓ MUY EN SERIO?
El único piropo que nos soltaron fue que éramos un grupo muy trabajador.
Era la forma de hablar bien de Héroes del Silencio. Que a mí me irritaba
porque pensaba: "ÁJoder!, no creo que seamos sólo trabajadores,
supongo que habrá algo más. Y si no, ¿porué compran los chavales nuestros
discos?". Y de hecho, alguna canción respaldaría de todo lo que hemos grabado.
Pero no sé, no gustábamos absolutamente nada a la crítica. Supongo que porque
le hacíamos un daño que, por ejemplo, no le ha hecho La Oreja de Van Gogh,
que ha vendido más que nosotros. Y no he leído críticas negativas de ese grupo.
O bandas de esa época que también vendían, como La Unión, con las cuales no
se ensañaba tanto. Vaya, había muchos casos. Grupos que considero peores que
nosotros. No creo que lo hiciera con Héroes porque pensara que éramos
especialmente malos; creo que a la crítica le parecíamos especialmente estúpidos.
--O CHULOS.
Pero una chulería estúpida.
--EN EL DIARIO QUE ESCRIBISTE DURANTE LA GIRA AVALANCHA, EN 1995,
ANOTAS: "ME DOY CUENTA DE QUE CADA VEZ ME AÍSLO MÁS EN EL AUTOBÚS,
EN LAS DECISIONES QUE TOMO JUNTO A TOMÁS ... LA VERDAD ES QUE NO ME VEO
FORMANDO UNA BANDA TIPO ROLLING STONES, QUE DURE UNA ETERNIDAD.
SOY UN CULO INQUIETO, NECESITO MOVIMIENTO".
¿ERA EL PRINCIPIO DEL FIN DE HÉROES?
Sí. Tengo un recuerdo muy claro de ese concierto, que fue en Sevilla.
Me acuerdo hasta de la fecha, 6 de diciembre, algo raro en mí.
Fue el día que empecé a pensar que no quería estar más en el grupo.
Aparte de que se daban una serie de circunstancias que a todos nos
hacían infelices. Quizás porque nunca llegamos a parar y a tomarnos las
cosas con calma. El caso es que llegó un momento en el que musical y
personalmente yo no estaba contento y pienso que habíamos creado una
especie de monstruo: lo que representaba Héroes y el público tipo secta
que habíamos creado, algo con lo que he tenido que enfrentarme en estos
años que llevo de carrera en solitario. Ese público cerril y
fundamentalista que cree que Héroes tiene que ser de una forma muy
concreta. En fin, fundamentalmente se trataba de que el rocanrol tenía
sentido para mí como una música que me ha acompañado a los 20 años y que
incluso ahora, a mis 30, podría acompañarme, por lo menos algunas cosas;
pero no me gustaría verme con 50 años haciendo rocanrol dentro de unos
parámetros estrictos. Creo que dentro del rocanrol hay una serie de
connotaciones de tipo erótico-sexual y de rebeldía, que si no las eliminas
a determinada edad eres un fantoche. Es un poco contra lo que tiene
que estar luchando constantemente Mick Jagger. Por eso se mantiene en
forma y sigue siendo tan atlético. Perfecto. Pero yo no quiero tener
esa lucha conmigo mismo; no quiero ser juvenil ni atractivo con 56 años.
A esa edad no tienes que ser juvenil. Entonces, tengo otra serie de
ídolos que creo que han envejecido más según mis criterios y pienso en
Van Morrison, que es gordo, calvo y viejo.
--¿FUERZAS LA SEPARACIÓN DEL GRUPO COMO ÚNICO CAMINO U
OFRECES OTRAS ALTERNATIVAS AL GRUPO?
Después de ese día conflictivo, que creo que fue el del último concierto,
me fui a Guatemala y estuve pensando durante un tiempo. Reflexioné mucho
a través de un diario que escribí ahí y cuando volví ya tenía claro que
dejaba el grupo, porque además coincidió con la enfermedad de Pedro,
que lo operaron, y teníamos que ir de gira con otro batería.
Era todo muy incómodo. Pedro siempre ha sido el gran conciliador del grupo.
Entonces le comenté esto a Antonio Estación, que fue un poco la bisagra,
y me dijo: "Hombre, creo que deberías darles una oportunidad, reunirte con
ellos y comentarles las preocupaciones que tienes, las musicales y las otras".
Musicales tenía muchas, pero también de forma de actuar: quería frenar el
buque y tomar una serie de decisiones. Hice una reunión en México,
que fue donde empezamos la gira, y propuse todo esto. Y cayó como un
jarro de agua fría. Hubo quien lo aceptó mejor, pero en definitiva no hubo
entusiasmo. Y a partir de ahí todo fue de mal en peor.
Creo que fue en Tijuana donde dije que no quería continuar y que cogía
un avión de vuelta a España. Me parece que fue Tomás quien me convenció
para continuar la gira.
--EN UNA ENTREVISTA QUE HICIMOS EN 1997, A PROPÓSITO DE LA POSIBLE
VUELTA DE HÉROES DIJISTE UNA FRASE REALMENTE CONTUNDENTE:
"SÓLO UN MILAGRO PUEDE REUNIR
A HÉROES Y YO NO CREO EN LOS MILAGROS".
¿CONTINÚAS CON ESA INCREDULIDAD?
La verdad es que creo más en los milagros que en la resurrección de los Héroes.
--¿TE HAN PRESIONADO TUS COMPAÑEROS PARA QUE ESA RESURRECCIÓN
SE PRODUZCA?
A mí nadie me ha llamado para juntar a Héroes; ni la compañía ni el grupo.
Quizás porque soy muy claro en declaraciones como la que mencionabas.
Y porque supongo que no hay una dirección a tomar, un qué hacer exactamente
con Héroes en el caso de que nos juntásemos.
--¿QUÉ GANAS Y QUÉ PIERDES CUANDO HÉROES SE DISUELVE Y
ARRANCAS COMO BUNBURY?
Pierdo en cierto modo el apoyo de la secta de fans; el apoyo incondicional
y con fe ciega que tenía; pierdo sentirme respaldado por una banda; pierdo
el compartir responsabilidades, sobre todo promocionales, ya que es más
cansado hacerlo todo tú. Y gano todo lo demás. Ahora mismo es mi carrera,
es mi vida... Los discos que estoy haciendo son mucho más personales y
estoy más orgulloso de ellos; sobre todo del último.
Gano en una libertad y en una rapidez de movimientos que no tenía Héroes.
Héroes era un dinosaurio con una maquinaria ya muy pesada y todos los
movimientos eran muy torpes y lentos: tomar una decisión del tipo vamos a
tocar en México, suponía mucho tiempo, gira estructurada, todo perfectamente
hecho... Eran decisiones que se tomaban con dos o tres meses de antelación.
Yo puedo decidir ahora mismo que mañana me voy a México. No me cuesta nada
tomar decisiones. Incluso puedo decidir en un momento si acepto o no el
ofrecimiento de participar en un concierto con Los Panchos. Sólo me tengo
que poner de acuerdo conmigo.
Antes era una maquinaria lenta porque no hacíamos cosas por separado.
En teoría, claro, porque yo siempre las he hecho. Pero bueno, gracias a
esa libertad de movimientos he realizado un montón de colaboraciones desde
que estoy fuera de Héroes y por eso tengo tantas caras B en los maxis.
Esta situación me permite ser mucho más creativo y trabajar mucho más,
que es lo que me gusta.
--¿ASUMES TOTALMENTE EL LEGADO DE HÉROES?
La verdad es que no me gusta ningún disco de Héroes. Completo quizás el que
más me gusta es Senderos de traición. Siempre he querido crear, tanto con
Héroes como en mi carrera en solitario, esas obras que se pueden escuchar
de principio a fin, que apetece escucharlas así. Pero creo que todos los
discos que he hecho, con y sin Héroes, al final tienen unas canciones que
me gustan más y otras que no aguantan el paso del tiempo o al menos el
paso de mi forma de ver el tiempo y la música.
--CENTREMONOS PUES, EN LA ADOLECENCIA.
Cambios de colegio constante. Estuve en Marianistas, en la Academia Cima,
en la Sagrada Familia, en Montearagón, en el Colegio Británico... Cada año,
en un colegio. Eso me hizo estar enfrentándome a unas circunstancias, quizás
porque estaba aislado en esos colegios; nunca tenía unos amigos fijos y lo
que único que me podía unir a la gente del colegio en el que estaba era
encontrarme con un pendejo músico, como yo. En todos los colegios me
encontraba con el melenas y con él era con quien me juntaba. Era como mi
tabla de salvación.
--O SEA QUE FUISTE ESO QUE LLAMAN UN CHICO PROBLEMATICO.
Muy, muy problemático. Y sé, además, viéndolo con la distancia, que les hice
pasar a mis padres un calvario."
--DE ESE VIACRUCIS COLEGIAL, ¿QUE RECUERDAS CON MAYOR AGRADO Y
QUE CON MAS FASTIDIO??
Con agrado, determinados profesores: los de filosofía de Cima y Montearagón,
el que me daba química y religión en Marianistas... Con algunos profesores tuve
muy buena relación: a nivel personal y en el aspecto de sentir mucha admiración
por lo que ellos me transmitían [...].
--TE DEJAS LO NEGATIVO...
Hay sucesos determinados... Del primer colegio al que fui me echaron;
en teoría, por tráfico de drogas. Fue una cosa muy dura, porque tuve que
enfrentarme en una reunión con un cura del colegio y con mis padres.
El cura decía que yo había estado pasando hachís a los críos de la clase y
yo les decía a mis padres que no, que era mentira, que ese tío estaba
mintiendo. Por supuesto, le creyeron a él. Fue una situación desagradable,
porque te sientes como cabeza de turco de determinada situación y no cuentas
con el apoyo de tus padres."
--¿CUAL ES LA PRIMERA CANCION QUE COMPUSISTE,
DE MANERA MAS O MENOS PROFESIONAL?
No sé si fue Héroe de leyenda u Olvidado. Realmente es que muchas cosas las
empecé a hacer con Héroes. Bueno, no, en Proceso Entrópico hice casi todas las
canciones y eran... muy malas. Era todo muy pretencioso:
íbamos con máscaras, nos basábamos en el cómic underground norteamericano,
proyectábamos diapositivas... Las letras tenían mucho que ver con el espectáculo.
Hicimos una especie de ópera-rock.
--ACABA DE PUBLICARSE NO HACE MUCHO QUE DURANTE UN TIEMPO
ESTUVISTE EN PARCHIS, SUSTITUYENDO A UNO DE LOS
COMPONENTES DEL GRUPO.
Bueno. Es falso, claro. ¿Tú crees que a estas alturas, de ser cierto,
no lo sabría ya toda Zaragoza?
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