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martes, 14 de agosto de 2012

EB - "Vender un millón de copias, no quiere decir que un disco sea bueno"

ENTREVISTA A BUNBURY [15 de mayo de 2002]

Realizada por la Agencia ICAL.





Enrique Ortiz de Landázuri, Bunbury, ofrece mañana en Salamanca el sexto concierto de presentación de 'Flamingos'. Recién llegado de América, donde su CD es el cuarto más vendido en México y el sexto en Argentina, el ex vocalista de Héroes del Silencio se prepara para una gira que arrancó el 19 de abril en su ciudad natal, Zaragoza, y que tras dos conciertos en México y otros dos en Madrid -ayer y hoy- llega a la capital salmantina. Se prolongará hasta el 24 de diciembre y pasará por casi todos los países sudamericanos, además de España, Italia y Nueva York, donde actuará en Central Park el 10 de agosto.

P.- 'Flamingos' lleva mes y medio en la calle, ¿Cómo está funcionando entre tanta competencia?
R.- No lo sé todavía. Hicimos el concierto de Zaragoza y acabo de regresar de México. Los conciertos de Madrid y el de Salamanca son la verdadera toma de contacto. Saber si la gente ha conectado o no se ve en los conciertos más que en las copias vendidas. Es cierto que 'Flamingos' es el disco en solitario que mejor está funcionando, pero es en el escenario donde sabes si la gente ha conectado con tu trabajo, incluso bastante tiempo después. Mira, cuando salió Pequeño un mes después nadie entendía nada y ahora esos mismos me dicen que es lo mejor que he hecho.


P.- ¿Cuál es el público de Bunbury? ¿El mismo que tenía 18 años con Héroes del Silencio y que ha crecido a la vez que el artista o se trata de otro diferente?

R.- Yo creo que la mayoría del público que tengo ahora no viene de la parte de Héroes. A muchos les gustamos ya entonces, incluso hay muchísimos a los que les gustaba más Héroes, pero es imposible que todos vengan de esa etapa. Me vienen muchos que dicen que me siguen desde el principio y tiene 25 años, así que es imposible, porque con 10 años uno no está ahí, y además, en esos conciertos del principio no había tanta gente. De todas formas, el que me haya seguido desde 'El mar no cesa' (1988) tiene mucho mérito. Ese fue un disco pop, luego vino la etapa roquera, la electrónica de 'Radical sonora', la cabaretera de 'Pequeño' y ahora 'Flamingos', que es un cóctel de todo.


P.- En España, asociar tangos y boleros con gente joven es algo difícil. Sin embargo, con 'Pequeño' y 'Flamingos' ha introducido en veinteañeros esos gustos, tradicionalmente reservados para gente de más edad. ¿Se ve impulsor de una batalla para enriquecer la cultura musical de los más jóvenes?

R.- Hombre, no tanto como impulsor, pero sí creo que hay ciertas músicas que muy pocos hemos defendido. El hecho de que con Pequeño defendiera la copla hizo que los chicos me mirasen con cara rara y dijeran: "Este se ha vuelto definitivamente loco". Yo defiendo todas las músicas, la electrónica, la copla, el rock and roll... Buena música hay en todos los géneros, con artistas geniales y muy serios. Lo mejor que podía pasar era que se enterrasen las etiquetas.


P.- Quienes eran jóvenes en los 60 dicen que toda la música de ahora viene de atrás, de sus tiempos. ¿Tienen razón?

R.- En parte sí, pero no podemos ser tan tiquismiquis. 'Flamingos' es imposible que se hubiese hecho hace 30 años, pero sí es verdad que hay cosas en el disco que pueden venir de entonces. ¡Es que todo proviene de algo!. El propio rock and roll nace en los 50, pero también tiene sus orígenes y hasta mi abuelo podría salir diciendo que el rock venía de la música que él escuchaba en sus tiempos mozos.


P.- El martes regresó de México, con dos conciertos en el Metropolitan ante 3.000 personas en cada uno, con entradas agotadas. Las crónicas hablan de adoración, de auténtico ídolo. ¿Se siente más reconocido allí que en España?

R.- El sudamericano es un público muy pasional y creo que también los medios de comunicación. En España los medios son muy distantes respecto a la música, casi es como si no les gustase. Hablan como si fuera gente a la que les molesta la música y raramente encuentras periodistas que al hablar de un concierto muestren la pasión que sí se ve en otros países, los latinos en general. Un periodista de allí, incluso de medios muy serios, te transmiten pasión y hasta las ruedas de prensa acaban con firma de autógrafos. Aquí en España eso es raro y se le llama distanciamiento de los medios de comunicación hacia la música. Creo que tienen un concepto muy equivocado de que deben guardar las distancias y tener frialdad y falta de pasión. ¡Con lo bonito que sería se tomaran el trabajo con pasión!


P.- ¿En España siente diferentes niveles de pasión en el público?

R.- Hay grandes diferencias. No es lo mismo tocar en Valencia que en Extremadura, o en Santander que en Cádiz. A mí siempre me han dicho que el catalán es muy frío, pero conmigo es estupendo. Creo que hay algo que hace daño a la comunicación entre músico y público, que es el centralismo. A las compañías les cuesta entender que España no es sólo Madrid y Barcelona y se va poco a provincias. Yo estoy intentando ir a todos los sitios con antelación porque quiero acercarme a la gente.


P.- La gira empieza ahora. ¿Qué se puede esperar de 'Flamingos' en directo?

R.- Un espectáculo sonoro y visual con todas las de la ley. En realidad me resulta difícil hablar del concierto porque nunca jamás he visto uno mío, yo te podría hablar de lo bien que me lo paso encima de un escenario.


P.- Héroes del Silencio fue un grupo al que apenas se le concedieron premios en España, pese a vender millones de discos aquí, en Europa y Sudamérica. A Bunbury, con tres discos de estudio en solitario uno en directo tampoco. ¿Tanto marcó la mala imagen de Héroes a los críticos para que ese estigma negativo se mantenga?

R.- Creo que son dos cosas diferentes. En crítica ahora soy afortunadísimo. Todas han sido muy favorables con Flamingos y con Pequeño, incluso con Radical Sonora, cosa que no tuve con Héroes, sino todo lo contrario. Pero lo de los premios es diferente. Los entrega la industria y la Sociedad General de Autores (SGAE) a los más vendidos. ¿Quiénes se los llevan? Pues mira la lista de Afyve y ya verás quiénes se van a llevar los de este año. ¿Qué no me entregan ninguno? Pues mira, francamente, no tengo ningún interés. Personalmente, carecen de valor para mí. El número de copias vendidas no debe ser nunca una referencia para que tú y yo nos compremos un disco. Es el estigma del capitalismo, el tener y no el ser. Vender un millón de discos no significa que el disco sea muy bueno.


P.- ¿No cambiaría los que ahora venda con 'Flamingos' por los que vendió con Héroes, por ejemplo con 'Senderos de Traición'?

R.- Hombre, a nadie le amarga un dulce. Si vendiera 500.000 estaría encantado de la vida. Pero a lo que voy es que jactarme de vender muchos discos me resulta repulsivo.


P.- De su trayectoria podría extraerse como una primera conclusión que le atrae el riesgo. No abundan los grupos o solistas que hacen cambios tan notorios, incluso en estilo, de un trabajo a otro.

R.- Lo que no me gusta es hacer el mismo disco dos veces, por no decir hacer el mismo toda la vida, como hay alguno. Pienso que los discos no sólo los hago para que les guste a la gente, sino porque me gustan a mi y por pura necesidad biológica. Y en realidad no necesito hacer la misma canción dos veces.


P.- De Héroes circula mucho material pirata. ¿Sabe cuántos discos de Bunbury se han vendido de manera ilegal?

R.- Lo de la época de Héroes yo no lo llamaría pirateo tal y como lo conocemos ahora, era distinto, gente que buscaba conciertos y rarezas y las recopilaba en un CD. De los míos en solitario 'Flamingos' es el primero que está en las 'mantas', donde se vende el 30 por ciento de los discos en España. Es un asunto terrible y las campañas que se están haciendo están equivocadas. Si lo que quieren es concienciar a la gente la SGAE se equivoca diciendo que el año pasado se ganaron tantos euros y este años, tantos euros menos. Eso hace que la gente diga: "Te jodes, porque ganas". Y además dan pie a que la gente pueda creer que el disco es caro.


P.- ¿No es caro?

R.- El precio es cierto que se podría reducir, pero no sé por qué no se dice de dónde. De los impuestos, por ejemplo, que tiene una carga del 16% porque se le considera lujo y no material cultural. ¿Sigo? Distribuidoras y tiendas de discos. Mira, mi compañía vende a las tiendas el CD a 7,8 euros (1.300 pesetas). Hasta llegar a lo que pagan los chicos al comprarlo quedan otros nueve euros (1.500 pesetas) que se llevan las tiendas y distribuidores. Y resulta que mi compañía, que es la que se lleva menos, está pagando todos los costes de promoción, de grabación, al autor... Se está desviando la atención del verdadero problema y todo el mundo cree que el cabrón es el tipo de la discográfica y que al negrito de la 'manta' hay que darle un abrazo.


P.- El año pasado puso en marcha 'Iniciativa por la música', que consistía en descubrir nuevos talentos musicales y recibió más de 700 maquetas. ¿Qué tal son las bandas que quieren salir del anonimato?

R.- Regulares, me ha costado mucho elegir a diez que me gustaran. Escuchar casi 700 maquetas es duro porque no todas tienen calidad sonora. Escuchaba una de cada grupo y si sonaba descaradamente a un grupo la apartaba. No hay nada más triste que los imitadores y este país está lleno, no hay más que verlo. No sé cómo las compañías no se hartan y cuando llega un imitador de Calamaro no le dicen que se vaya a freír espárragos.


P.- ¿Es falta de creatividad?

R.- Yo diría que falta de personalidad.

P.- Usted ha producido a varios grupos, entre ellos Elefantes, que han logrado sacar la cabeza en el mundo musical. ¿Qué va a hacer por los diez que ha elegido entre las 700 maquetas?R.- Debo decir, obviamente, que es una selección muy subjetiva, a mi gusto. Yo lo que voy a hacer es tender un puente entre los chavales que están ahí, en su local de ensayo, y que no saben qué hacer para llegar a las compañías. Ese recopilatorio lo voy a mover entre todas las casas discográficas, que lo escuchen los directores artísticos y les voy a dejar un contacto con los chavales. Ahí se acaba mi labor, la de tender el puente, porque reconozco que es una tarea muy difícil, casi imposible para muchos.

P.- Este año sube a los escenarios en varios festivales internacionales, entre ellos el Espárrago Rock y el Arezzo Wave de Italia. ¿Si pudiera elegir compañeros de escenario, qué cartel cerraría?

R.- Santiago Auserón, Andrés Calamaro, Jaime Urrutia, Antonio Vega... y Bunbury, ¡buen cartel!

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